Mínimos imprescindibles en la metodología en el momento actual
Por: Carmen Sánchez
En estos momentos tan críticos que vivimos en la sociedad y en concreto en el ámbito educativo, creemos necesario recordar algunos rasgos metodológicos que son imprescindibles en toda situación. Esperamos que esta reflexión, proporcione a los docentes unos parámetros que les oriente y les dé una mayor seguridad en su actuación en el aula, a pesar de las dificultades por las que atraviesen.
Además, La mayoría de los expertos y pedagogos consideran estas directrices, de una forma u otra, como aquellas que posibilitan el desarrollo personal y el aprendizaje en la educación en cualquier circunstancia.
Quizás, nos parezca difícil llevarlas a la práctica pero, a la larga, nos proporcionará la satisfacción de haber descubierto lo que es la esencia de nuestra profesión.
1- LOS OBJETIVOS DE APRENDIZAJE.
Los alumnos deben tener claro a dónde se dirigen desde el comienzo de su trabajo, cuál es la meta de su aprendizaje. Esto les proporcionará seguridad en este momento tan incierto que viven y les posibilitará ser sujetos activos en el proceso. Los objetivos se formulan en términos de capacidades: “Al acabar la unidad seré capaz de:…” Al formularlos se tendrá en cuenta que, en su conjunto, desarrollen todas las operaciones mentales según la taxonomía de Bloom revisada: Recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
2- LA ALEGRÍA EN EL AULA
Este rasgo puede parecer una paradoja en este momento pero, sin embargo, se considera un mínimo imprescindible para posibilitar el aprendizaje ahora y siempre.
Es la alegría que nace de la esperanza y del deseo de superación. En muchos momentos convive con el dolor pero no se deja arrastrar por él. Un ambiente positivo y alegre reconoce lo bueno que tenemos y lo agradece. Por eso el docente utiliza estrategias como la valoración positiva o el sentido del humor, e invita a la clase a sumarse a esta actitud para crear un ambiente amable.
3- LA EXPRESIÓN DE CADA ALUMNO/A
Cada individuo es único y su desarrollo es vital en la educación. Por eso, las actividades que el docente proponga deben fomentar la expresión personal en todos los sentidos. En esta situación tan difícil para la comunicación en el aula es necesario implementar diferentes estrategias para que la educación emocional sea efectiva y ayude al desarrollo del individuo. De ahí la importancia de crear un clima de libertad en la clase que acoja los sentimientos, aspiraciones y logros de cada uno y se despierten deseos de mejora y superación.
4- LA MOTIVACIÓN HACIA EL CONOCIMIENTO
La motivación hacia el conocimiento se produce cuando nos sentimos involucrados personalmente en aquello que vamos a conocer. Por eso, la estrategia que se emplee para la motivación es clave. Puede ser muy sencilla pero no por ello menos necesaria. Se trata de conectar la realidad sobre la que vamos a trabajar con la realidad del alumno y dejar que descubra y exprese qué tiene que ver eso que se le presenta, que en un principio puede parecerle lejano, con su persona. Si se consigue esa conexión, se despierta un interés imprescindible para que se produzca el aprendizaje.
5- LA CURIOSIDAD Y EL DESCUBRIMIENTO.
La curiosidad que despierta la motivación debe conducir al estudiante a querer aprender sobre lo que se presenta como objeto de estudio. Para ello, el docente proporciona herramientas de diferentes tipos que estimulan y despiertan el deseo de conocer. Pueden ser muy variadas dependiendo del proceso; desde una presentación del tema por parte del docente, por un lado, a una investigación del alumno sobre la materia en estudio, por el otro. En este punto, la planificación del proceso con esa intención es algo importante ya que, para mantener la motivación, el descubrimiento personal de aspectos de la realidad en estudio es un elemento imprescindible.
6- LA CREATIVIDAD Y LA AUTONOMÍA
Crear está en la cumbre de las operaciones mentales de rango superior y no se puede nunca renunciar a ella si se desea que la persona se desarrolle como tal a través de la educación. La creatividad no se presenta en la clase como algo puntual, sino como algo imprescindible en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La creatividad nace de la autonomía y del deseo de colaborar personalmente. Es la expresión propia y creativa de cada individuo la que enriquecerá a todo el conjunto. De nuevo, el fluir en el aula y la valoración positiva de lo que se aporte es la clave para que esto se produzca.
7- LA INTERACCIÓN EN EL AULA
El aprendizaje se produce siempre a través de la interacción con los otros. Por eso, la comunicación con el profesor y con los compañeros se considera imprescindible para avanzar. Además, en el mundo actual, trabajar bien con los demás es necesario para colaborar en cualquier proyecto que se proponga en el ámbito laboral y social, y esto tiene que aprenderse en el día a día si queremos profesionales preparados y personas que aporten socialmente.
Con las estrategias de un trabajo cooperativo, ya se organicen de una forma o de otra, estamos educando en una serie de valores y competencias irrenunciables.
8- EL COMPROMISO CON EL MUNDO
En un mundo complejo como el que vivimos, se necesitan personas solidarias que sepan mirar. Es más, aprender a mirar a la realidad compleja y comprometerse con ella contribuye a la realización personal del individuo en todas sus facetas. Afortunadamente, en esta sociedad repleta de medios informáticos y de comunicación nos es más fácil contemplar un panorama amplio y acercarlo al aula que hace unos años. Si creemos en la persona, el docente “abrirá las ventanas” de manera amplia para la contemplación de aquello que es objeto de estudio y suscitará la reflexión y el pensamiento crítico. El maestro enseñará a pensar al discípulo libremente, sin ser tendencioso. No obstante, ayudará para que desde su persona nazcan actitudes compasivas hacia los demás. El compromiso con el mundo es siempre personal y desde la verdad del individuo si se pretende que este sea duradero. Por eso, aunque es positivo que en la clase se programen actividades que inviten al compromiso y se pueda llevar a cabo alguna acción conjunta como gesto colectivo, no olvidemos que es en el corazón de cada estudiante donde nace la solidaridad verdadera.
Carmen Sánchez ha sido asesora externa para el Ministerio de Educación en España. Imparte y dirige cursos, talleres, seminarios e iniciativas con grupos de docentes que apuestan por el cambio, en la actualidad, con el equipo de asesores para la innovación en la formación docente del Colegio de Doctores y Licenciados.
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