José Blas García habla sobre las estancias formativas.
José Blas García es un muy querido amigo de quienes participamos en LABinE. Es un experimentado docente que siempre ha perseguido y protagonizado la innovación educativa. Hasta el punto que es uno de los referentes sobre innovación en las redes sociales, congresos educativos e iniciativas que persiguen la inclusión y las prácticas más innovadoras en el aula y fuera de ellas. Gracias por tus palabras J_Blas!
Cuando mi admirado amigo Juanjo Vergara me invita a conocer la experiencia de LABoratorio de Innovación Educativa me quedo impactado al reconocer en ella una idea educativa excepcional, práctica… y de trinchera (que son las que me gustan). Realmente me impresiona, desde el minuto uno, porque la reconozco con capacidad de ser transformadora, no solo de la mirada de un docente en formación, sino también de la educación en sí misma.
Cuando conozco más intensamente esta maravillosa experiencia, e intento anclarla a mi conocimiento, la vinculo con las teorías educativas de mayor poso y peso educativo en la educación actual y con las que más me identifico como el docente crítico al que siempre aspiro ser.
Su excelente planteamiento -desde una mirada pedagógica vinculada a la calle, a experiencia vitales y transformadoras- se hace realidad con rutinas metodológicas que nos ayudan a ver, a pensar y a decir sobre la educación, no solo a los participantes directos, sino también a los que hemos vivido la experiencia, emocionados, como participantes indirectos: Ver, pensar, decir. Y en ello estamos, diciendo.
Estoy convencido que los participantes (alumnado y docentes) que viven estas experiencias de intercambio y enriquecimiento, donde tienen la oportunidad de conocer otras realidades, otras vidas y otras culturas ..salen de ellas fortalecidos tanto personalmente como (¡ohh, milagro!) competencialmente para el desarrollo de su profesión y de su propia vida.
Los modelos de aprendizaje servicio son un modelo que la educación debe adoptar como consustanciales al sentido de la misma. ¿hay acaso posibilidad de ser educador sin compromiso y sin vinculación con lo que aprendemos, con lo que somos y con nuestra realidad vital? Recuerdo ahora a frase que siempre preside mi aula de docente universitario: “no enseñamos lo que sabemos, enseñamos lo que somos”.
En todo el proceso educativo, una de las fases más descuidada en el día a día de la educación de cualquier nivel es la transferencia. En las aulas universitarias habitualmente dejamos las “actividades y tareas“ que nuestro alumnado desarrolla en el “cementerio del aula virtual”. En mi humildad de docente en cambio y aprendizaje permanente, me empeño en lo contrario…y para ello creo grupos en RRSS o en portafolios de experiencia, a modo de blog públicos y compartidos. Por ello esta experiencia me parece sublime.
Llevar los aprendizajes en la acción, no al entorno próximo, sino al lejano, establece ese puente (que nos enseña en R. Swartz) por donde circula la transferencia de conocimiento en el que las personas, el contexto y la acción posibilitan “dar el tirón”, conseguir alcanzar la ZDP competencial como docentes en formación, que nos definía extraordinariamente Vigotsky.
Labine nos orienta hacia un modelo nuevo, hacia una mirada que, teníamos latente en educación, y que esta experiencia la ha emergido en práctica reales. Un modelo de práctica y aprendizaje en la acción que nos descubre una ruta diferente de aprendizaje a las prácticas de modelos repetitivos y, más que reconocidos por la comunidad educativa, como obsoletos.
Gracias por abrir caminos. Espero poder recorrerlos tras vuestra inspiración, estimados colegas.
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